Fría primavera.

Me falta el aire.

Por una vez que el mundo calle.

Hoy no os pido que disfrutéis, haga lo que haga pensaré que no soy tan bueno, perdí el norte, me encuentro ante un muro de ansiedad.

Nació un 5 de septiembre.

En bruto, aquí sólo rige el súfrelo.
En poco tiempo seré sinónimo de olvido.

La vida da vuelcos increíbles, faltos de saliva, nos cuesta asimilar el pañuelo en que vivimos... Soñamos y lloramos. Conseguimos y perdemos, es ley de vida.

Cambiaré mi forma de despedirme por una vez.


Busco una calma inalcanzable,
la atmósfera aquí no es fiable.
que nadie me hable, que no rompan este silencio, es mío.
Hoy quiero sentir el frío.. vértigo que el mundo pare y me separe del cansancio de vivir así, harto de fingir excusas, musas siento huir de mi, cosas que viví, esta cicatriz de traumas, desangra versos, desarma el alma, es mi verdad maldita, mitad genio, mitad flor marchita que se apaga porque haga lo que haga, el premio no cambiará mi estado de ánimo, es este sentimiento pésimo que me tiene pálido.
Con mis colegas no soy cálido, ya no hay remedio, preguntan que sucede y me limito a mirar serio. Mi madre siente el tedio, dice que estoy distante, me mira y se que ve una decepción constante.
Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo, quiero escapar a mi desierto sin ser visto, salir de este círculo, volar a otro lugar, quedarme quieto, allí la soledad es mi amuleto.