Una ventana al mundo.

Tengo amigos creyentes, que asisten a seminarios los viernes en los que se les imparte una charla determinada, y la cual, estos esperan con entusiasmo durante toda la semana.

Hablando con ellos, te das cuenta de que son gente de lo más común que puedes encontrarte, y que lo más importante que les ves es que buscan en la religión un camino que les lleve a algo, no simplemente una creencia dogmática, sino una manera de llegar a algo que les llame.

No soy nada religioso, pero comparto esta manera de pensar con esta gente, a la que admiro, por cierto.
Pienso que todos deberíamos tener una senda por la que se nos guie hacia algo que creamos que es posible... Ese algo puede ser, por qué no, la felicidad, en toda la amplitud de su concepto.

Sentirse bien con uno mismo tras realizar una serie de actos es lo que yo persigo, y el terreno donde yo me muevo, independientemente del camino que escoja.

La verdad os hará libres, por tanto, felices.

Disfrutad