Recorrerse
Protegido de la brisa levantada por una tormenta de verano se arriman voluntades... y se entrecortan las voces que las fueron conduciendo hasta un terreno cortado por un sendero sin salida. O al menos sin una salida alternativa a a la perdición que conlleva inmiscuirse en sus asuntos. Presos en la huida de la banalidad. ¿cómo iban a caer uno en las redes del otro? ¿Saben de esa presión en la sien cuando algo nos perturba? Multipliquen por 6 y no dividan entre nada, que sigue sin exagerarse la cifra relativa a las pulsaciones percibidas en ese corto instante.
Es ahí cuando la tensión deja atrás la duda y la cordura no brilla, por ausente. Vueltas de campana, nudos humanos, piel erizada y músculos congestionados. Sus extremidades inferiores son ahora las que toman el testigo del abrazo cuando al mismo tiempo las falanges de una de sus manos testan la suavidad de su pelo, o simplemente dictan intensidad como sentencia.
En mitad de la excursión sobre esa sucesión de curvas, aparece su decisión sin dificultad y entre caminos provistos de frenesí. Un concierto de idas y venidas toma el protagonismo cuando las mentes de uno y otro se vacían aunque pareciese imposible minutos atrás. Ellas las habían traído hasta aquí, pero no iban a ser ellas las que de allí les sacasen.
Recorrieron el camino a la gloria, y se recorrieron la una con el otro.
Disfrutad
Menudo escalofrío..... pero de placer al dibujar imágenes en mi cabeza leyéndolo.....
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